En septiembre de 2015, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente (2016-2030) y su marco operacional.
Este proyecto establece una visión ambiciosa de “un mundo en el que el conjunto de las mujeres, los niños y los adolescentes, en todos los entornos, realicen sus derechos a la salud y al bienestar físicos y mentales, tengan oportunidades sociales y económicas y puedan participar plenamente en la configuración de unas sociedades prósperas y sostenibles”.
Para apoyar esta estrategia y responder mejor a las necesidades de los adolescentes en materia de salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) invitó la semana pasada a los representantes gubernamentales, de la sociedad civil, del sector privado, de las universidades y de las asociaciones juveniles, y al público en general, a participar en una encuesta en línea sobre este tema entre el 7 y el 28 de marzo de 2016.
Según publica la OMS, las aportaciones obtenidas en la encuesta se entregarán al grupo de redacción del Marco y serán de utilidad para elaborar el primer borrador “de este importante documento que, según se prevé, se completará y difundirá para realizar nuevas consultas en línea antes de finales del segundo trimestre de 2016.
Las observaciones formuladas, según el organismo, también aportarán información a las deliberaciones con los Estados Miembros durante acontecimientos destacados, como la conferencia “Las mujeres dan vida” que se celebrará en 2016.
¿Por qué es importante participar?
De acuerdo con la OMS, en el mundo hay 1200 millones de adolescentes y, en muchos países, una de cada cinco personas es un adolescente.
De acuerdo con la OMS, en el mundo hay 1200 millones de adolescentes y, en muchos países, una de cada cinco personas es un adolescente.
Como se trata de un segmento poblacional clave, el rendimiento de la inversión en los adolescentes es triple, señala la OMS: 1) se mejora su salud y su supervivencia durante esta etapa de la vida, 2) se producen efectos duraderos en su salud en la etapa adulta y 3) se permite que transmitan a sus hijos, la siguiente generación, tales mejoras en la salud.
“Estos beneficios, a su vez, brindan enormes ventajas sociales, demográficas y económicas e interrumpen la transmisión intergeneracional de las desigualdades”.
Pero resulta, explica la entidad internacional, que también reúnen características que los hacen vulnerables. ¿Cuáles?
ïA pesar de que el número total de muertes relacionadas con el VIH se ha reducido un 30% desde el máximo registrado en 2005, la mortalidad por VIH entre los adolescentes está aumentando.
ïLas adolescentes pueden correr un riesgo más elevado de que su embarazo tenga un desenlace adverso y un menor acceso a intervenciones preventivas que pueden salvar vidas, como los métodos anticonceptivos modernos.
ïSu satisfacción con los servicios médicos que reciben es más baja que la de los adultos, y en ocasiones encuentran obstáculos para acceder a la asistencia sanitaria o se les exigen unos precios más elevados.
ïAun teniendo capacidad para tomar decisiones, muchas políticas restringen innecesariamente el ejercicio de sus derechos. Los adolescentes sufren un abandono particularmente manifiesto.
((UN GRUPO VULNERABLE
Pese a que se sigue pensando que la adolescencia es el periodo más saludable de la vida, “en 2012 fallecieron alrededor de 1.3 millones de adolescentes, la mayoría de ellos por causas que se hubieran podido prevenir o tratar satisfactoriamente”, registra la OMS.
Pese a que se sigue pensando que la adolescencia es el periodo más saludable de la vida, “en 2012 fallecieron alrededor de 1.3 millones de adolescentes, la mayoría de ellos por causas que se hubieran podido prevenir o tratar satisfactoriamente”, registra la OMS.
En los países de altos ingresos, apunta, las tasas de mortalidad entre los 15 y los 19 años son actualmente más elevadas que entre el primer y el cuarto año de vida. “Justo cuando los miembros de la sociedad que tienen esta edad empiezan a ser productivos, muchos de ellos fallecen por causas que se podrían evitar”. También señala que los adolescentes tienen muy poca presencia en las estadísticas nacionales de salud y son el único grupo de población que, en la formación de los profesionales sanitarios, no recibe una atención sistemática para que se les preste una asistencia específica. Para participar en la encuesta, entre al enlace es.surveymonkey.com/r/Q7QVGBP
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