Padres ansiosos, niños ansiosos

El Instituto de la Familia (Idefa), entidad que brinda atención psicológica a los miembros de la célula más pequeña de la sociedad, ha dado la voz de alarma frente al aumento de los trastornos de ansiedad entre niños, niñas y adolescentes.

“Nosotros en el instituto hemos visto como una epidemia, si se pudiera decir así, de niños muy ansiosos”, afirma la psicóloga y terapeuta familiar Luz Marina Cortázar, directora del Idefa.

Síntomas tan variados como baja tolerancia a la frustración, agresividad, aislamiento y bajo rendimiento académico evidencian este problema, cuyo aumento mueve a preocupación porque puede dar lugar al desarrollo de otras condiciones de salud mental.

Sin embargo, según Zelided Alma de Ruiz, quien es asesora técnica y fundadora del instituto, “muchas veces por ignorancia” los padres suelen interpretar los síntomas que muestran sus hijos como signos de malcriadeza, manipulación o desobediencia.

Origen
No toda ansiedad es mala. Esta forma parte de un sistema de defensa que hace al ser humano estar alerta frente a situaciones de peligro. El problema viene cuando una persona se encuentra en un estado permanente de ansiedad, incluso cuando no enfrenta una amenaza real.

El estrés, los contenidos violentos de películas, dibujos animados y videojuegos, el abuso de los dispositivos tecnológicos, el maltrato y el acoso escolar pueden desencadenar ansiedad en los menores.

“Son cosas que siempre han existido”, explica Cortázar, “pero ahora se da más porque ahora estamos expuestos a una mayor cantidad de estrés”.

Integración
La sintomatología ansiosa no afecta a niños y adolescentes en forma aislada.

“Detrás de todo niño ansioso hay padres ansiosos”, asegura Alma de Ruiz.

“Y si nos vamos a la cadena”, añade Cortázar, “en sus familias también tenían abuelos ansiosos y se ha ido transmitiendo como de generación en generación”.

Es por eso que, de acuerdo con ambas especialistas, todos los integrantes del núcleo familiar deben sumarse a las terapias diseñadas para manejar y superar el trastorno de ansiedad.

Alma de Ruiz comenta que investigaciones conducidas en Estados Unidos indican que los padres deben hacer el tratamiento junto a sus hijos.

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EL MÉTODO DE CONCIENCIA ACTIVA
Entre las formas de combatir la ansiedad se encuentra el método conocido como atención plena o conciencia activa. Este sistema de relajación consiste en apartar un tiempo para estar en silencio y quietud, sin las demandas y presiones del mundo exterior, concentrándose en las sensaciones del momento presente y no en el pasado o el futuro.

Cuando los padres trabajan este método con sus hijos, aparte de brindarles seguridad, promueven la integración de la familia. “Los padres se convierten en los terapeutas de sus hijos”, afirma Alma de Ruiz.

Cortázar dice que este método complementa la terapia familiar, no la reemplaza, y tiene beneficios tanto físicos como psicológicos.

“Si podemos bajar el nivel de ansiedad del sistema familiar, hay más oportunidad para la comunicación verbal, para la caricia, para la manifestación de las emocionesÖ”, concluye Alma de Ruiz.

El sábado 9 de abril, el Idefa realizará el panel “Ansiedad y depresión en la niñez y la adolescencia”. Dirigido a padres y profesionales, el panel tendrá lugar en el auditorio Pedro Mir de Librería Cuesta.  

Tres décadas velando por las familias
Con la introducción del programa de conciencia plena para prevenir y reducir la ansiedad, el Instituto de la Familia (Idefa) continúa trillando el camino que ha recorrido desde sus inicios hace 32 años: trabajar por la salud y el bienestar emocional de las familias dominicanas, mejorando la atención y respondiendo a las necesidades de salud mental del momento.

Fundado en 1984 por iniciativa de un grupo de parejas que integraban el Movimiento Familiar Cristiano, el Idefa ha sido pionero en el abordaje de problemas que aquejan a la institución fundamental de la sociedad.

En una época en que los problemas psicológicos y emocionales se abordaban tratando al individuo de manera aislada, el instituto introdujo el enfoque de terapia familiar sistémica, que según la psicóloga Zelided Alma de Ruiz constituía, por entonces, “una nueva forma de ver la vida”.

Alma de Ruiz, parte del grupo de parejas que fundó el instituto al ver la necesidad de orientación que tenían los padres y las familias en general, se formó en terapia familiar sistémica en Philadelphia Child Guidance, de Filadelfia (Estados Unidos) de la mano del argentino Salvador Minuchin.

Áreas de acción
El Idefa comenzó su labor de orientación impartiendo charlas en centros educativos. ¿Qué temas abordaba por entonces? La detección y prevención del abuso infantil.

El instituto presentó en 1984 la primera investigación sobre violencia intrafamiliar realizada en el país, en un momento en que -recuerda Alma de Ruiz- no se hablaba del tema y muchas personas se resistían a reconocer la existencia de maltrato dentro de los hogares. La investigación, realizada entre estudiantes universitarios, no se publicó por falta de fondos.

“Ya ha habido un poco más de conciencia en ese sentido”, comenta Luz Marina Cortázar, actual presidenta del Idefa, “pero todavía, aunque uno lo defina, las familias y profesionales entienden que no hay abuso”.

Su compromiso con la salud emocional de los integrantes de los hogares dominicanos llevó a los directivos del Idefa a colaborar en la elaboración del Código del Menor en el que se incluyó por primera vez la definición de abuso y sus sanciones.

“Nos costó cinco años de reuniones y luchas, porque todo el mundo en el Congreso se sentía muy amenazado porque entendían que a los padres se les iba a quitar autoridad”, recuerda Alma de Ruiz.

Asimismo, la declaración de abril como Mes de la Prevención del Abuso Infantil, en 1998, se hizo a solicitud del instituto.

Atención
El Instituto de la Familia fue fundado el  12 de enero de 1984, pero brindaba servicio terapéutico ya desde 1983.

Desde sus inicios, el Idefa brindó sus servicios a una clase pobre y media que no podía pagar miles de pesos para acceder a la asistencia psicológica.

“Las personas de escasos recursos no tenían acceso a esos servicios de psicoterapia, y el instituto los ofreció a un costo muy módico”, expresa Cortázar.

Actualmente, dice, a la institución acuden personas de todas las clases sociales, desde las más pobres hasta las más altas.

Además de sus aportes a la salud mental y a la orientación de la población, el Idefa ha contribuido, a lo largo de sus 32 años de historia, con la formación de muchos psicólogos como terapeutas familiares.

Alma de Ruiz afirma que, gracias al impulso y a la formación de personal capacitado en este ámbito, hoy existe más de una docena de centros que brindan atención psicológica a las familias. 

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SERVICIOS QUE OFRECE
Esta entidad profesional sin fines de lucro promueve diferentes servicios y programas para el bienestar de la familia:

ï Psicoterapia y terapia familiar
ï Escuela para padres
ï Terapias de aprendizaje
ï Evaluaciones psicométricas
ï Entrenamiento en consejería familiar
ï Talleres para familias
ï Talleres para adolescentes (“El reto de ser adolescente”)
ï Programas de prevención de abusos a niños, niñas y adolescente