El 24 de abril de 1984, el equipo de Atlanta venció a Cincinnati con score de 4 x 2, en cuyo encuentro el dominicano Ramírez bateó de 4-4, estando de segundo bate en la alineación del equipo, y el viernes 29 de junio de 1984, Rafaelín conectó cuatro hits de nuevo, incluyendo sencillo impulsador que culminó con racimo de tres anotaciones en el segundo episodio, llevando a los Bravos de Atlanta y al inesperado abridor Steve Bedrosian a un triunfo de 5 a 3 sobre los Mets de New York.
Por los Bravos, Ramírez disparó de 5-4, anotó una e impulsó otra.
En un análisis que encontramos de la época de los años 80, referente a Rafelín, copiamos, “En una alineación con bateadores de poder como Dale Murphy, Bob Horner y Chris Chamblis, un bateador de sencillos como Ramírez, es extraordinariamente valioso. Él prefiere la bola alta, aunque en la zona de strike, y tiene la habilidad de empujar la bola hacia el left contra los pitchers zurdos. Contra los derechos, Ramírez parece contentarse con tratar de impulsar la bola entre las brechas. Él muestra una tendencia a irse con el cambio, pero más bien parece que está buscando el tiempo en su swing”. Hasta aquí, estos comentarios. Podemos agregar que el criollo era rápido en las bases. Una vez en base tenía siempre un genuino o natural instinto de robar.
Con esta crónica terminamos hoy la historia beisbolera de este petromacorisano, que disparó 1,432 hits en el “Big Show” y que se mantuvo por 13 años activo en aquel béisbol, actuando con Atlanta (8 años) y con Houston (5 años). Para una mejor edificación, mostramos los numeritos por él obtenidos durante sus años en el béisbol Mayor.
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