El magnate Donald Trump garantizó hoy su apoyo incondicional a Israel y endureció su postura contra los palestinos, después de que la ex secretaria de Estado Hillary Clinton y sus dos rivales en la carrera republicana a la Presidencia de EE.UU. lo acusaran de ser "neutral" en ese conflicto.
Trump expuso su política hacia Israel en un discurso durante la conferencia anual del principal grupo de presión proisraelí en Estados Unidos, el Comité Estadounidense-Israelí de Actividades Políticas (AIPAC), ante el que también intervinieron Clinton y los aspirantes republicanos Ted Cruz y John Kasich.
Tanto Clinton como Cruz y Kasich prometieron hoy en sus discursos que si llegan a la Casa Blanca no serán "neutrales" en el conflicto palestino-israelí, en referencia a Trump, que el mes pasado dijo en varias entrevistas que trataría de serlo para lograr una negociación eficaz en Oriente Próximo.
Pero, ante los miembros del "lobby" judío, Trump dejó atrás esa posición, al asegurar que no hay "ninguna equivalencia moral" entre Israel y los palestinos, que "cada día están apuñalando a israelíes e incluso a estadounidenses".
"Cuando yo sea presidente, los días de tratar a Israel como un ciudadano de segunda clase se acabarán desde el día uno", prometió el líder en la carrera republicana para las elecciones presidenciales de noviembre.
En un discurso más elaborado de lo habitual para él, Trump aseguró que vetará cualquier intento de la ONU -organismo que calificó de "débil e incompetente"- de "imponer su voluntad" en un eventual proceso de paz entre israelíes y palestinos mediante una resolución que establezca los términos de las negociaciones.
Mientras que Israel ha sido muy "generoso" en los sucesivos intentos de negociación, entre los palestinos "cada día hay una incitación rampante (a la violencia)" y en sus "escuelas y mezquitas hay una cultura de odio que lleva años fermentando", aseguró.
"Los palestinos deben llegar a la mesa sabiendo que el vínculo entre EE.UU. e Israel es irrompible. Deben llegar decididos y capaces de detener el terror que se comete a diario contra Israel y decididos a aceptar que Israel es un Estado judío", agregó
Trump también prometió que trasladará la embajada estadounidense que ahora está en Tel Aviv a "Jerusalén, la eterna capital de Israel", algo por lo que muchos republicanos abogan pero que EE.UU. se ha resistido hasta ahora a hacer debido al reclamo palestino sobre el este de esa ciudad.
Aseguró, además, que su "prioridad número uno será desmantelar el desastroso acuerdo" nuclear alcanzado el año pasado con Irán por Estados Unidos y otras cinco potencias mundiales.
Fuera del estadio de Washington donde 18.000 personas escuchaban a Trump, cientos de personas protestaron contra el magnate y su retórica xenófoba contra los inmigrantes y los musulmanes, mientras que el rabino ortodoxo Shmuel Herzfeld fue expulsado de la audiencia tras gritar: "¡No escuchen a este hombre, es malvado!".
Pero el discurso de Trump también despertó aplausos e incluso alguna ovación entre los asistentes a la conferencia de AIPAC, quizás gratamente sorprendidos por la nueva postura del magnate.
Horas antes, Clinton lograba aplausos al criticar la presunta imparcialidad de Trump en el conflicto palestino-israelí, al asegurar que EE.UU. no puede ser "neutral cuando los cohetes caen sobre barrios residenciales, cuando los civiles son apuñalados en la calle, cuando los ataques suicidas se dirigen a inocentes".
"Necesitamos manos firmes, no un presidente que dice que es neutral el lunes, que está a favor de Israel el martes y quién sabe qué el miércoles", añadió la favorita en la contienda demócrata.
Clinton prometió que una de las primeras decisiones que tomará como presidenta será invitar a la Casa Blanca al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con quien el presidente de EE.UU., Barack Obama, ha mantenido una fría relación, aunque defendió al mismo tiempo el pacto nuclear con Irán.
Por su parte, el senador y aspirante republicano Ted Cruz criticó a Trump por hablar en su discurso de "Israel y Palestina" al declarar que "Palestina no ha existido (como Estado) desde 1948".
Cruz prometió también que si llega al poder trasladará la embajada de EE.UU. en Israel a Jerusalén y romperá el acuerdo nuclear con Irán, y se mostró convencido de que, "cuando estás rodeado de enemigos", la paz "sólo es posible mediante la fuerza".
Kasich, mientras, criticó la "cultura de la muerte que la Autoridad (Nacional) Palestina y sus predecesores promueven desde hace 50 años" y aseguró que durante su Presidencia "no habrá más acuerdos ilusorios con enemigos" de EE.UU. como Irán.
El único aspirante a la Presidencia que no intervino ante AIPAC fue el único de origen judío, el senador Bernie Sanders, que se encontraba haciendo campaña en Utah de cara a las primarias demócratas que se celebran este martes en ese estado.
No obstante, Sanders dio un discurso desde Utah en el que aseguró que, si llega a la Casa Blanca, sería "amigo" tanto de Israel como de los palestinos, y pidió al Gobierno israelí que acabe con la "ocupación del territorio palestino" para lograr la paz en la región.
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