Roland, de 74 años, se sintió mal y apretó el botón de su collar de emergencia que le conectaba directamente con el numero del servicio médico. Por lo visto su llamada fue calificada de baja prioridad y falleció esperando a la ambulancia que tardó una hora y 40 minutos en llegar a su casa. Mientras agonizaba, sólo quiso escribir un mensaje: “Te quiero Rita. Te quiero Deb.” y firmó como “Papá”.
Ahora, sus hijas conservan esta nota con un valor sentimental incalculable que ha logrado enternecer a los usuarios de Internet que, a su vez, han criticado duramente al servicio de emergencias puesto que, según las investigaciones posteriores, Roland seguiría vivo si le hubiesen socorrido a tiempo.

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