lunes, 1 de febrero de 2016

Director de la Policía de Colombia bajo la lupa por escándalo de acoso sexual

Los últimos meses del 2015 fueron para el director de la Policía colombiana, el general Rodolfo Palomino, una especie de cábala sobre lo que deberá enfrentar este año. Una bola de nieve lo envuelve en una serie de denuncias y acusaciones relacionadas con un supuesto acoso laboral y sexual hacia un subalterno, incremento injustificado de su patrimonio y seguimiento a periodistas.

Aunque el general había tenido unos días de gracia, a inicios de este año su nombre se ha vuelto a barajar durante los últimos días a raíz de otra denuncia que ha acaparado la atención en Colombia, el escándalo del defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, señalado por su exsecretaria privada, la abogada Astrid Helena Cristancho, de presunto acoso laboral y sexual.
Este caso ha motivado a que la opinión pública se pregunte qué ha pasado con el general Palomino. 
Precisamente, el procurador, Alejandro Ordoñez, manifestó el jueves 28 de enero que la investigación formal que se lleva a cabo contra el director de la Policía va adelantada, ya que se han “recaudado varios testimonios y pruebas” y que se pronunciará en “cualquier momento, cuando tenga los elementos probatorios que permitan tomar las decisiones”.
Al paso de este ambiente, el Ministerio de Defensa Nacional decidió dos días después, el sábado, reformar la cúpula de la institución pero dejando como titular a Rodolfo Palomino. Los relevos se dieron en la Subdirección General, la Dirección de Seguridad Ciudadana, la Región 4 y 6, que comprenden diferentes departamentos del país; la Dirección Antinarcóticos, la Dirección de Carabineros y Seguridad Rural, un comando especial contra la minería ilegal y la Dirección de Tránsito y Transporte.
Para Palomino todo comenzó a complicarse en octubre pasado, cuando el teniente coronel Reinaldo Gómez, comandante de la policía del municipio de La Mesa, ubicado a unos 65 kilómetros de Bogotá, reveló a la emisora colombiana La F.M. una carta que le había escrito en mayo al general Palomino donde le solicitaba agilizar su desvinculación de la institución y le insinuaba que el retraso se debía a que no accedió, entre 1998 y 1999, a sus pretensiones sexuales.
“Hace unos años cuando yo era teniente y él (Palomino) era teniente coronel, y en un momento donde se realizaba un bautizo de carabineros allá en Corozal, él se me acercó a la remonta y me hizo saber sus intenciones de que yo le gustaba y que quería tener algo conmigo, y le dije diplomáticamente que a mi no me gustaban los hombres sino las mujeres”, contó el coronel.

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