“Érase una vez unos niños que corrían para entretenerse y ahora lo hacen sentados”. Así da inicio un artículo que leí sobre obesidad infantil escrito por el doctor William Sears, pediatra y especialista en temas de salud infantil; y prontamente retomé a mi niñez cuando solía montar bicicleta, patines o jugar a las escondidas por todo el vecindario. Algunas de las cosas que mis hijas, por vivir en un apartamento, no disfrutarán.
Muchos de los niños de esta generación, al igual que las mías, han sido privados de ese privilegio, lo cual les lleva a entretenerse con juegos sedentarios, que a su vez limitan la actividad física, contribuyen a la ingesta en gran cantidad de meriendas sin valor nutricional y como resultado tendremos niños con problemas de obesidad, diabetes, colesterol y mal funcionamiento cardíaco.
Un estudio realizado por la Revista Forbes en América determinó que un 17% de los niños menores de 12 años son obesos o tienen sobrepeso, y se espera que este porcentaje ascienda a 44% en 2030.
Pero no hay que alarmarse si tomamos esta información como una herramienta para cambiar el futuro de nuestros pequeños y la mejor forma de hacerlo es jugando.
Los niños por naturaleza son muy activos y deberían pasar más tiempo saltando, corriendo y jugando, ya que una de las causas principales de la obesidad infantil se debe a la cantidad de horas frente al televisor, computadora o tabletas.
Desafortunadamente, en este tiempo nuestros niños reciben un bombardeo constante de tecnología que atrae su atención y les limita la creatividad.
Como padres, cuidadores o tutores es nuestro deber fomentar la pasión por los ejercicios al aire libre o el juego dinámico.
Si eres un padre activo, diseñar un plan para aumentar la actividad física de tus hijos podría ser sencillo. Pero para aquellos padres que necesitan de orientación aquí les dejo algunos consejos:
- Utiliza el ejemplo. Si tu hijo te ve preocupado por tu salud, le será más fácil seguirte. Los niños siempre quieren hacer lo que los mayores hacen.
- Establece horas para los juegos electrónicos. Siempre que puedas pídele a tus hijos que jueguen al menos una hora antes de sentarse frente al computador o al televisor y limita el tiempo de uso.
- Inscribe a tu hijo en algún deporte. Cualquier actividad, así sea deporte o baile, hará que tus hijos se muevan. Procura seleccionar aquellas que tengan mucho ejercicio cardiovascular como fútbol, natación, Zumba para niños, entre otras. Recuerda que lo que buscas es que hagan alguna actividad física.
- Invita a otros niños que sean activos físicamente. Cuando tienes un compañero te motivas a salir a jugar y mucho más si éste es un niño activo.
- Elabora un plan de actividades. No es fácil andar improvisando todo el tiempo, por lo que puedes buscar ideas en internet que sirvan para evitar la monotonía. Ten en tu casa aros, pelotas y cuerdas de saltar.
- Haz carreras. Algunas veces llego a casa y reto a mis hijas a que suban por las escaleras y la que llegue primero recibirá un premio. Este premio puede ser tan sencillo como sentarse en el sillón delantero del carro en el próximo paseo.
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